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Por Modesto Emilio Guerrero. Bs. As 24/01/24

De la veintena de marchas, actos o Paros nacionales que he acompañado en este país, este ha sido el de mayor expectativa emocional.

 

Todo aquel que no era  mileísta, macrista, o los apoye, abrigo un tenso sentido de expectativa desde el día que la CGT anuncio el paro.

Sentian  que estábamos ante algo interesante, emocionante.

 

Seguro esto se explica por el milenario secreto humano de la esperanza vital, la misma que condujo a las religiones y que  en el estado actual del capitalismo, se impone como un dispositivo de sobrevivencia moral a la desgracia.

 

Y Miley y su runfla de delincuentes son la mayor desgracia de Argentina, superior a Menem y Macri juntos.

 

En todo caso, fue el paro más esperado por una parte de la sociedad trabajadora a pesar de que no paso de ser medio paro.  También fue el màs rechazado por la otra parte de esta misma sociedad.

 

Si nos orientamos por los testimonios audiovisuales de los vídeos enviados desde las provincias grandes y medianas, es probable que se hayan movilizado casi un millón de personas en alrededor de 35 ciudades y pueblos provinciales.

 

No hay forma de saberlo con seriedad hasta que se hagan las sumatorias y se publiquen los informes.

 

Usemos un caso.

Nos cuenta H. Marinelli,  dirigente sindical peronista de Rosario, que en esa tercera capital provincial se concentraron alrededor de La Bandera, unas 60 mil personas.

El videito y las fotos lo confirman.

 

Algo similar, en mayor o menor medida, ocurrió en Córdoba, Mendoza y casi todas las capitales provinciales, y en  decenas de pueblos municipales.

 

Un ejemplo muy ilustrativo de esto fue Moreno.

 

De esa lejana localidad al oeste de Buenos Aires, salieron tres trenes casi repletos a media mañana.  En el camino fueron completados  por gente de localidades intermedias como Ituzaingó, Morón, Haedo y otras.

 

Con un dato distintivo.

 

Los intendentes de cada localidad, comenzando por Mariel, la de Moreno, encabezaron en persona las convocatorias, marcharon con la masa y penetraron la Capital, emulando al Gobernador Kicillof y otro grupo de intendentes como Mario Secco de Berizo y Ferraresi de la fronteriza Avellaneda.

 

Este hecho podría potenciar un alto contenido político en la medida que siembra la semilla de un segundo contrapoder, está vez de tipo institucional.

 

Bien usado al lado del poder territorial de los sindicatos y los movimientos sociales, adquiere el valor de un gato frente a una cascabel.

Ese temor lo hizo público la ministra Bullrich cuando le gritó por la prensa al gobernador Kicillof que estaba "violando la Ley" en vez de hacerla cumplir.

 

Esa masividad espontánea se manifestó en La Capital Federal,  dónde se sumaron entre 150 mil y 200 mil personas.

Así lo muestran las fotos y videos que circulan, pero se puede calcular cuando se suma el total de calles ocupadas y se multiplica de a tres personas por metro cuadrado.

 

Pueden ser un poco más o un poco menos.

 

 Eso no cambia lo sustancial: Mucha gente transformó sus expectativas y su bronca en acción de calle.

 

La conciencia del peligro comenzó a ganarle a la confusión y el desánimo.

 

Produjo el primer hecho positivo: fue semi derrotado el Protocolo (filo fascista) de Bullrich.

Seria total si la policía no hubiera impedido el paso en el Puente Pueyrredón y otros puntos.

 

Otra lección o resultado es que la gente tuvo la inteligencia política de mantenerse en su estado de Unidad de Accion contra el Gobierno.

Marinelli y Mara Villalba, de Moreno le pusieron palabras a este hecho positivo "La gente salió por su cuenta porque ya no aguanta más".

 

Esto no es fácil con tanta fractura de partidos y de movimientos.

 

No es un dato menor.

 

Estaban previstos  actos "heroicos" irresponsables de grupos menores ultras, contra la policia.

 

No ocurrieron o fueron tan marginales que no afectaron el resultado.

 

Eso se correspondió con una actitud de altura y respeto en la Tribuna.

 

Yo no tengo registro de un solo acto de masas de la CGT o el peronismo, en el que los oradores dirigentes, mencionen a todas... todas... las fuerzas participantes, incluidas las del radicalismo anti Milei y las de la Izquierda roja llamada "trotska".

 

Eso es nuevo.

 

 No significa más que respeto a la unidad de acción.

 

La gente con masividad impuso ese respeto político.

 

Lecciones y resultados

 

El gobierno sufrió una semiderrota en dos o tres medidas.

A- No pudieron impedir la marcha y el acto 

B- La gente marchó con espíritu de auto convocatoria, y

 C- la puesta en escena policial fue sorteada con inteligencia por la misma gente sin necesidad de dirigentes. Esto fue más.visiblebennel cruce de las Avenidas de Mayo e Irigoyen.

 

Los dos discursos fueron lo que podían ser. Inocuos en sus contenidos y oratoria, pero útiles para que la masa congregada sintiera unidad espacial e identidad detrás de una central obrera.

 

Eso ocurrió sin que casi nadie cifrara alguna confianza en los mentados "gordos" de la CGT.

 

Simple unidad de acción contra un enemigo que asusta.

 

Un dato muy relevante es que este semi paro  nacional fue acompañado por varias centrales europeas en Francia, España, Italia,  Alemania... Y contó con la presencia en el palco de uno de los jefes sindicales del continente.

 

 

Eso tampoco es menor.