Por Maximiliano Torres, publicado en AGENCIA ISLÁMICA DE NOTICIAS 28/11

Con esas palabras, caracterizó la actualidad política derivada de la ocupación israelí en territorio palestino el profesor Pablo Jaruf. Doctor en Historia especializado en Medio Oriente y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, problematiza las posturas cómodas de un lado y otro en una discusión pública que se achata si no se aborda con el conocimiento profundo de la antigüedad, las costumbres de sus habitantes y los intereses geopolíticos.

 

 

El profesor Pablo Jaruf. Doctor en Historia especializado en Medio Oriente y profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA

¿Nos puede situar en Palestina?

Palestina es una región dentro de una macro región más amplia, que conocemos como Medio Oriente. En la antigüedad, conocida como Cercano Oriente. Es la parte más meridional de un núcleo que tiene como epicentro a Damasco, a Levante.

 

¿Qué significa ser palestino?

Una clave para entender la identidad es la autopercepción. Hay miradas complementarias, no excluyentes. Lo árabe es una identidad que viene construyéndose desde fines de siglo XIX con el fenómeno de la sociedad de masas, con todos esos pueblos que comparten la lengua árabe y una historia y un territorio común, una parte en Asia denominado el “Mayeri” y otra en el norte de África denominada el “Magreb”, donde también hay otras poblaciones como los bereberes. En el siglo XX, se trató de construir una identidad nacional o transnacional como la Liga de los Pueblos Árabes y también de identidades más locales, como los árabes sirios, árabes iraquíes, los sauditas. Y también el grupo de palestinos, en la que se va metiendo la cuestión política en la construcción de esa identidad, desde la carta Nacional Palestina promulgada por la OLP a finales de la década del 60. Allí se planteaba que toda aquella población árabe que nació o vivía en los territorios que constituía la Palestina Británica, así como los hijos de palestinos que vivían en el exilio. La identidad palestina tiene mucho que ver con el territorio, es una parcialidad del mundo árabe con ese territorio que fue el mandato británico. El grueso de la población árabe y, por ende, también la palestina, es musulmana. Y dentro del mundo del islam, predomina el islam sunita. Estos proyectos políticos, por tratar de unificar y liberar la gran nación árabe, tuvieron gran preponderancia durante las décadas del 40, el 50 y hasta el 60, pero a partir de la década del 70 comenzó a ser disputado por el denominado Islam político, que trataba de unir la política con la religión y fundar a la política a partir de un ideario religioso. Aparecen diferentes grupos islamistas, algunos más moderados, otros no tanto, con distintas metodologías. Recién después de la Revolución Islámica de Irán y la crisis continua en el Medio Oriente fueron ganando espacio partidos islamistas como Hezbolla y Hammas, que hoy están en boca de todos por lo que sucede pero dentro de la historia política del siglo XX, en esa región y particularmente en Palestina, es un fenómeno muy reciente. La Revolución Islámica de Irán, ocurrida en 1979, fue protagonizada por un frente en el que tenía mucho peso el chiismo, una estructura clerical con los ayatollah que terminó siendo hegemonizada por el sector islamista. En su momento, fue un ejemplo de una revolución que escapaba al modelo de las revoluciones socialistas y del occidental liberal. Era una tercera alternativa. Para los pueblos de la región, comenzó a ser referida como un ejemplo, como un paradigma distinto: era posible una Revolución Islámica que sintetice lo mejor de todas las tradiciones precedentes. A partir de ahí, muchos partidos islamistas comenzaron a ganar fama y apoyo por parte de la población.

 

¿Cuándo podemos ubicar el origen, el nacimiento del Pueblo Palestino?

Etimológicamente la palabra Palestina viene de filisteo. Filistea era la región de la costa del Levante. Hoy sería lo que corresponde a la Franja de Gaza y ciudades más al norte, entrando en el actual territorio de Israel. La zona de la Costa al sur de la Palestina Británica, hoy el sur del Estado de Israel. Esa era la Filistea. El término ya aparece en documentos del Imperio Asirio. También figura en la Biblia hebrea para referirse a poblaciones que habitan esa región. También en los imperios griegos y romanos denominan a esa región como Filistea pero simplemente conservando el nombre porque ya nadie de esa población se reconocía como filisteo. Con la expansión del islam y la difusión de la lengua y de la cultura árabe, el término palestino desparece del vocablo local. El término Ashams, como se llama a la ciudad de Damasco, remite a la región de Ashams comprendida por el Levante, Siria y Palestina. Podríamos decir que los que hoy son palestinos vendrían a ser los sirios del sur. A partir del siglo XVI-XVII es cuando se da una presencia europea mucho más fuerte en la región, que se utiliza ese término y una vez más, yendo al nuevo Testamento, los cristianos occidentales llaman por inercia Palestina a esa región. Fundamentalmente los franceses que tenían mucha relación con los cristianos maronitas que estaban en lo que es el Líbano. El nombre oficial para designar el territorio lo establecen los británicos cuando ocupan el territorio a partir de 1917 y sobre todo a partir de 1922, cuando la Sociedad de Naciones le otorga el mandato. Allí los territorios que dominaban los británicos los dividen en 3 países, por llamarlos de alguna manera: Irak, Jordania, primero llamado Transjordania; y Palestina. Esos son los nombres con los que las autoridades británicas y el mundo occidental comienzan a conocer estas regiones. Uno de los objetivos del mandato de la Sociedad de las Naciones era generar las condiciones materiales para que esos pueblos obtengan la independencia, que era una de las condiciones del Tratado de Versalles firmado al concluir la 1° Guerra Mundial. Estaba dentro de lo que planteaba el presidente de los Estados Unidos Woodrow Wilson y también dentro del ideario socialista de Vladimir Lenin sobre la autodeterminación de las naciones. Es decir, los británicos, con una actitud paternalista, debían favorecer la autodeterminación de los pueblos árabes de cada uno de estos países. El territorio de Irak, palabra árabe que significa llanura, era la Mesopotamia. Transjordania era al este de Jordán. Y los árabes que quedaron en la Palestina británica se preguntaban cuándo llega la independencia para los árabes de Palestina. Ahí aparecen los 2 conceptos, árabe y palestino. Árabe como una identidad que los hermana con los pueblos árabes del norte de África y con los de Medio Oriente y Palestino con una identidad local de quienes habitaban el territorio ocupado por los británicos. Ahí comienzan los palestinos a reclamar su propia autodeterminación, entre 1917 y 1922 se sientan las condiciones del siglo XX del mandato británico. ¿Hasta cuándo va a durar esto? Una década, ¿dos décadas? Porque al pueblo Palestino el Imperio Británico le había prometido su libertad, que ya la habían conseguido los otros pueblos. Siria se convirtió en un país independiente e Irak también. No fue el caso de Palestina.

 

En el mundo árabe, viven millones y millones de personas y es muy diverso. La lengua árabe es una lengua artificial porque nadie la habla. Los dialectos son tan distintos que ni entre pueblos árabes de diferentes regiones se entienden. Además de las cuestiones lingüísticas, están las cuestiones de la tierra, de la Patria si se plantea en términos latinoamericanos, de los territorios, de los lugares donde habitan estas poblaciones. A ningún árabe le da lo mismo irse de un país a otro porque su identidad está vinculada con su territorio, con el lugar donde vive, donde vivió su familia. Se tiende a pensar que los árabes eran una tribu pérdida en la península arábiga y que con el islam Mohamad y el profeta Mahoma fueron e invadieron y que así como llegaron se podían ir, pero han pasado cientos de años, más de mil años, y además mucha población se convirtió al islam. La cultura árabe también es producto de interacciones y se fue combinando con cada una de las culturas locales. Ante ese argumento de que por qué los otros países árabes no reciben a los palestinos, la respuesta es, primero, que los reciben porque hay muchos refugiados palestinos y, segundo, porque la población palestina quiere volver a su país. Siente su vida de refugiado en otros países como una situación momentánea y que tarde o temprano volverá a su antiguo territorio, al que no perdieron hace mil años sino hace algunas décadas. Todavía hay gente viva que vivía en territorios que hoy son el Estado de Israel, que tienen prohibido volver a su lugar, a su patria, producto de los conflictos de los últimos años.

 

Yo trato de seguir todos los medios de comunicación, incluso los que apoyan al Estado de Israel, que tratan de desacreditar la identidad palestina asegurando que muchos de los apellidos de los palestinos son “el sirio”, o “el yemení” o “el egipcio”, dando cuenta que venían de esos países, de otros lugares. El territorio de Palestina es un lugar donde, a lo largo de la historia, han vivido y transitado cientos de millones de personas. Yendo al mapa es fácil de entenderlo: es el puente terrestre entre el continente africano y el gran continente euro asiático, que fue atravesado por las primeras especies de homínidos que luego se dispersaron por todo el mundo. Al dar cuenta también que el mundo árabe incluye todo lo que es el norte de África pero también Medio Oriente, lo más normal es que la población que habite allí haya tenido origen en otras partes de ese mismo mundo árabe. Esto sería como decir que la identidad argentina no existe porque tenemos apellidos que vienen de Rusia, de Ucrania, de España, de Italia y de otras partes del mundo. La identidad de los pueblos se construye así. En Palestina, el origen de la población es múltiple pero muchos, independientemente de su origen, después de décadas, la ha convertido en su Patria, en su hogar. Y eso es lo que añoran.

 

Mi apellido es Jaruff, es árabe, naturalmente. Mi bisabuelo vino en épocas del Imperio Otomano, a comienzos del Siglo XX, de lo que hoy es Siria. Teniendo en cuenta el razonamiento de que muchos palestinos vienen de Yemen, de Irak y no son realmente palestinos, podrían decirme a mí que me volviera a Siria. Y yo no conozco Siria y ni siquiera hablo la lengua. Con el pasar de algunos años o décadas, cuando las condiciones del país son favorables a la integración en la diversidad, uno se siente parte del lugar, soy argentino y quiero vivir en Argentina, que es mi país. Y si me quieren echar, no me voy a ir, voy a resistir. Y si me echaran, lo primero que intentaría hacer es volver.

 

¿Cómo se compone religiosamente el pueblo palestino?

Como en todo el mundo árabe, la gran mayoría es musulmana pero también hay importante población cristiana, algunas iglesias muy antiguas, algunas de las primeras iglesias. Incluso, la liturgia está en arameo, que es una lengua antigua que ya no se habla más. Y además hay judíos, así como también hay gente atea, producto de la modernización, de la filosofía ilustrada, incluso gente anti clerical, pero la gran mayoría es musulmana y sunitas.

 

¿Cómo era la convivencia entre musulmanes y judíos durante la ocupación británica?

La convivencia era buena porque, en un principio, no había contradicciones entre palestinos y judíos. La palestinidad recién comienza en esos años producto de esa división artificial llevada adelante por los británicos. La identidad predominante era la árabe pero también había judíos y cristianos, de diferentes vertientes, también ortodoxos. La gran mayoría hablaba árabe y tenían la misma cultura, la misma comida. Tenían cierta forma de organización creada por el Imperio Otomano, los denominados Millets. Consistía en cierta autonomía para comunidades religiosas. En las ciudades más grandes, había barrios donde las comunidades se auto organizaban. Había una suerte de auto segregación para conservar la autonomía. Sobre todo, en temas vinculados al derecho privado, a la familia, las herencias. Como para que no se meta el Estado Otomano, al que no le competía lo que ocurría en cada una de esas comunidades. En el territorio palestino, la ciudad más cosmopolita era sin duda Jerusalén, que hoy todavía sigue conservando barrios con distintos credos religiosos y, durante el siglo XIX y sobre todo con la presencia británica, van apareciendo también otras nuevas comunidades. Ya no bajo la figura de los Millets, sino como órdenes franciscanas, dominicas, centros religiosos pero también de investigación, universidades anglicanas o de Estados Unidos. Una población bastante diversa, especialmente en la zona de la costa y en los puertos, con la explosión comercial capitalista por los barcos a vapor. Más allá de que hubiera alguna tensión o conflicto ocasional, se vivía en armonía. Los conflictos respondían a cuestiones coyunturales pero no a enfrentamientos inevitables entre palestinos y judíos. Formaban parte de ese territorio diverso. Muchos judíos habitaban Jerusalén y también había una población judía importante en Galilea, desde hace muchos siglos. También había población judía en otros países árabes, como en Yemen, en Bagdad, donde vivían en sus propios barrios o distritos dentro de enormes ciudades cosmopolitas.

 

Había una convivencia entre judíos y palestinos en Palestina, ocupada por el Imperio Otomano. Los conflictos eran con las autoridades otomanas cuando en época de guerras, como la de Crimea o la 1° Guerra Mundial, presionaron a la población e incluso reprimieron cruentamente.

 

¿Cómo era la composición de Palestina a finales de la ocupación británica?

Los porcentajes se discuten, pero en 1947-48 aproximadamente el 75% de la población era no judía y el 25% judía o un poco más.

 

¿Ya había habido migración judía de Europa a Palestina?

Ya había habido desde fines del siglo XIX. Después estuvo organizado por el sionismo, una vez que realiza el primer congreso en Basilea, y con el dominio británico se fue incrementando la presencia judía. Con el Holocausto ya a finales de la 2° Guerra Mundial, también hubo un importante movimiento de población. En las diferentes conferencias, se debatió bastante cómo resolver el problema de la población que había huido o estaba en campos de concentración y se hicieron esfuerzos para trasladarlos al territorio de Palestina británica, pero no fue un incremento tan notable en términos porcentuales. Recién después de la fundación del Estado de Israel comienza a haber mucho más movimiento de población, impulsado por el propio Estado para poblar esos territorios, donde la mayor parte de la población no era judía.

 

Entre Cisjordania y Gaza viven más de 4 millones de palestinos. ¿Cuántos palestinos hay en la diáspora?

Un número muy importante, superior al que habita en Gaza y Cisjordania. Gran parte de la población del Reino de Jordania es de origen palestino, incluso su reina. ¿Qué es ser palestino? Para los palestinos no se necesita ser palestino para ser palestino, más teniendo en cuenta que su país está bajo ocupación. Hijos de palestinos se auto perciben como palestinos. Mucha gente se tuvo que ir de Palestina pero su descendencia se sigue considerando palestina. Viven en Egipto, en Jordania, en el Líbano, en Siria, Estados Unidos y en otras partes del mundo como por ejemplo Chile, donde hay una importante comunidad palestina que tiene un equipo de fútbol de primera que llegó a jugar la Copa Libertadores. Como en el caso de los armenios, la mayor parte de los palestinos vive en la diáspora.

 

Cuando se fundó el Estado de Israel, contó con el apoyo de la Unión Soviética, Estados Unidos, los países europeos pero también de Juan Domingo Perón. ¿Cómo podría interpretarse esto?

El Reino Unido había prometido la autodeterminación de los árabes palestinos como en el caso de Irak y Jordania, como los franceses de Siria y Líbano, simultáneamente había prometido a la organización sionista la creación de un hogar nacional judío. Ya habían ocurrido los grandes levantamientos árabes de 1936 y 1939. El Reino Unido comenzó a plantear que, para cumplir con las dos promesas, la mejor solución era dividirlo, opción que no convencía a ninguno de los dos contrincantes pero el sionismo fue más pragmático y flexible, tendiendo a aceptarlo: no tenemos un hogar, no es la solución que buscamos pero es una solución temporal, momentánea. Eso estaba planteado en distintos libros. El rechazo rotundo de los árabes palestinos, que tenían el objetivo de unificar todo el norte de África y medio oriente en una gran nación árabe, que era el objetivo desde la 1° Guerra Mundial en adelante. Gran Bretaña enfrentaba ese problema en Palestina y uno más grave en el Raj Británico, porque ahí se había acordado una división entre lo que terminó siendo la India y Paquistán, Paquistán occidental y Paquistán oriental. Los británicos se terminaron yendo mucho antes del Raj, con un montón de tragedias. Fue una experiencia traumática para todos. No terminan de resolver la situación en Palestina, le encargan a la Organización de Naciones Unidas que resuelva qué hacer. Y ahí se da la gran repartición de 1947, que fue bien recibida por los grandes actores de la época, porque se ofrecía una solución, no ideal, pero una solución para estas dos poblaciones. Fue apoyado por Estados Unidos, por la Unión Soviética- recordemos que durante esos primeros años después de la 2° Guerra Mundial- continuaba la política de la alianza anti fascista. Se vio en esa repartición una solución a un posible conflicto. Pero la Liga de Estados Árabes, que ya tenía asiento en las Naciones Unidas, votó en contra del plan de partición porque si justamente uno miraba ese mapa, Palestina es el punto de conexión entre el norte de África y el Medio Oriente. Y si la gran nación árabe iba a ser todo eso, justo que se dividiera el territorio en el medio, lo sentían como una pérdida importante. Por eso, cuando apenas se retira el Gobierno británico del territorio en el que el movimiento sionista declara la independencia en la ciudad de Tel Aviv, inmediatamente los ejércitos de los países árabes limítrofes le declaran la guerra y atacan. Con la inercia de la alianza anti fascista, Estados Unidos, la Unión Soviética -después de los crímenes de lesa humanidad de los nazis contra los judíos, del genocidio, del Holocausto-, cedieron en apoyo al sionismo. En ese enfrentamiento triunfa el ejército israelí, entonces ese Estado que se había declarado pasa a existir en la realidad en un territorio más extenso del que le había otorgado la Organización de Naciones Unidas, incluso ocupando Jerusalén -que según la ONU era una ciudad internacional-. El resultado de esa guerra, si bien replica la idea del plan de partición del territorio, inaugura una situación que no era la prevista por Naciones Unidas, porque no existen dos Estados, existe uno solo, el Estado de Israel. Los otros territorios quedan separados y bajo administración de Egipto en la Franja de Gaza y de Jordania en Cisjordania. Tanto Estados Unidos como la Unión Soviética y otros países reconocen al Estado de Israel. Y como del otro lado no se conformó otro Estado, entonces no se reconoció nunca hasta que gracias a los grandes esfuerzos de la Organización de Liberación Palestina (OLP) declara la independencia en 1988 y después de los acuerdos de Oslo, algunos países comenzaron a reconocer al Estado Palestino, uno de ellos Argentina, pero en 1948 no fue así, estaba el plan de partición que nunca se llevó a la realidad, porque los británicos se retiraron un año después, se desató un conflicto del que resultó triunfante el ejército israelí y ahí surgió el Estado de Israel solamente, que obtuvo el reconocimiento inmediato de las grandes potencias.

 

Entonces el mapa de 1948 ya era diferente al de 1947. propuesto en el plan de partición...

No radicalmente diferente pero distinto. Dentro del plan de partición de la ONU, algunos territorios de la Palestina británica que tenían que formar parte del Estado de Palestina, quedaron bajo dominio israelí y así siguen hasta el día de hoy.

 

En el mapa actual se ven dos islas...

En el mapa original del plan de partición, todos los territorios palestinos estaban interconectados para que no haya una interrupción en la comunicación, que ese fue el problema que tuvo Paquistán porque Paquistán occidental estaba separado por cientos de kilómetros de Paquistán oriental. A los pocos años y guerra mediante, terminaron siendo dos países distintos: Bangladesh y Paquistán, a secas. Hoy los territorios bajo autoridad Palestina están separados. En el plan original de partición no era así. Esos dos territorios más uno más al norte, la ciudad de Haifa y alrededores, estaban todos interconectados. Y la ciudad de Jerusalén, no formaba parte de ninguno de los dos Estados sino que era una ciudad internacional, debido a que era tierra santa y que, como decíamos antes, había una presencia muy importante de iglesias y de asociaciones y comunidades de todas partes del mundo, especialmente occidentales.

 

¿El mapa actual es consecuencia de la guerra de 1967?

En la guerra de 1948 quedan Franja de Gaza y Cisjordania como dos islas separadas y, en la de 1967, el ejército israelí avanza y ocupa Franja de Gaza y Cisjordania pero también la península de Sinaí, que es Egipto, y los Altos del Golam, que es Siria. Todo ese territorio pasó a estar bajo dominio israelí. A partir de ahí comienzan negociaciones, la ONU mediante, porque esos territorios no figuraban en ningún plan de partición, no eran territorios israelíes. Se llega a un acuerdo de paz con Egipto a fines de la década del 70, después de la guerra de Yom Kippur -que fue en 1973-. El ejército israelí se retira de la península de Sinaí pero no de los Altos del Golam porque Siria es un estado con el que Israel nunca ha firmado la paz. Los Altos del Golam todavía sigue siendo un territorio en disputa. Por las fronteras delimitadas por británicos y franceses, corresponde a Siria desde la época de su independencia. Cisjordania y Franja de Gaza fueron ocupadas por Israel desde 1967 hasta los acuerdos de Oslo de 1993-1994, que tuvo distintas fases y cuyo resultado fue la creación de la Autoridad Nacional Palestina. Una autoridad política con la idea de la nación palestina impulsada por la OLP y su líder Arafat, para que esos dos territorios sean gobernados por palestinos. Franja de Gaza es un territorio muy pequeño en el que viven más de un millón y medio de personas. En Cisjordania más de dos millones y medio. Gaza es un territorio muy pobre en recursos materiales e infraestructura, en tanto que Cisjordania está a orillas del río Jordán y comparado con la región del sur del Levante, tan seca, tan árida, la región de Jordania y Cisjordania es rica. Gaza está superpoblada porque ya había campamentos de refugiados desde 1948 y además asentamientos israelíes, que después fueron desmantelados por los acuerdos de Oslo. Muchos de los asentamientos israelíes en Cisjordania no fueron desmantelados e incluso algunos se construyeron después de los acuerdos de Oslo, siendo este otro foco de conflicto. Lo que ve uno en el mapa actual es un territorio de Cisjordania por un lado y el de la Franja de Gaza por otro, dos territorios desconectados. Son producto de la guerra de 1948.

 

¿Quién gobierna esos territorios?

Del 48 al 67 Gaza fue gobernada por Egipto y Cisjordania por Jordania. A partir de 1967, pasaron a ser gobernados por Israel, producto de la ocupación militar, y a mediados de la década del 90 comienza la retirada de Israel. Hay una retirada total de Gaza pero una retirada parcial de Cisjordania, porque sigue habiendo asentamientos israelíes. Y además hay muchos territorios de Cisjordania donde, producto de los acuerdos de Oslo -y correlación de fuerzas mediante-, hay puestos de control entre las diferentes ciudades palestinas. Es un territorio en el que la Autoridad Nacional Palestina ejerce poca autoridad. A comienzo del nuevo milenio, la Autoridad Nacional Palestina ha buscado el reconocimiento como Estado Palestino. Algunos países lo han reconocido y otros no. Israel se niega a reconocer al Estado Palestino, sólo lo hace como territorios autónomos pero, si son autónomos, eso significa que están dentro del Estado de Israel. Esa es la definición de un territorio autónomo. Esa es la disputa actual.

 

En las últimas décadas, después de la caída del Muro de Berlín y la globalización neoliberal con un mundo unipolar, Israel radicalizó su política colonialista con gobiernos cada vez más de derecha o extrema derecha. Incluso un extremista israelí asesina a Isaac Rabin. Y al mismo tiempo se da la división de la OLP. ¿Cómo vive el Pueblo palestino esa falta de unidad justamente cuando Israel tiene una política más agresiva?

 

La caída de la Unión Soviética impactó en el universo simbólico de los grandes movimientos políticos. La causa Palestina había sido tomada por lo que fue el Movimiento de los no alineados, integrado por muchos países que en realidad estaban más cerca del bloque socialista, aunque no directamente como por ejemplo la OLP. Argentina se había sumado a ese Movimiento en 1973 con el gobierno de Héctor Cámpora pero, durante la década del 90’, es el Gobierno de Menem el que sostiene que es parte del pasado mientras en Estados Unidos se habla del Consenso de Washington y el Fin de la Historia. Para los palestinos siempre fue muy importante el apoyo de la Liga de países árabes, de los no alineados y de la Unión Soviética y de los países socialistas. Todo eso fue desarmado durante la década del 90. Comienza a haber conflictos al interior de la Liga de países árabes con la Guerra del Golfo entre Irak y Kuwait, dos países árabes “hermanos”. Disputas territoriales por el Golfo Pérsico o Arábigo, donde muchos recriminan a la OLP haber tomado posición por Irak, poniéndose innecesariamente en contra a los Estados Unidos. Los países árabes perdieron en parte un horizonte común y comienza -y hoy lo vemos aún mucho más- el surgimiento de partidos políticos, de líderes, de organizaciones, con un discurso religioso pero fundamentalista, intolerante y no pluralista. Con una mirada que podría denominarse de derecha. Eso se ve en Israel con gobiernos que se van corriendo cada vez más a la derecha. Ahí también juega mucho el sistema político israelí, que es muy disperso y fragmentado. Muchos partidos políticos, y con pocos votos, logran una representación porque el que forma gobierno tiene que concederle espacio a grupos extremistas. En el caso del mundo árabe, comienzan a ganar popularidad los partidos islamistas, especialmente los más radicales, los que se proponen tomar el poder por las armas, inspirados en parte en la Revolución Iraní. El partido islamista más importante entre los palestinos terminó siendo Hamas, que justamente surge en la primera intifada, que es la sublevación de la población palestina de Cisjorania y en Gaza contra la ocupación israelí hacia fines de la década del 80. Los surgimientos de estos grupos coinciden con el ocaso de la Guerra Fría, el desvanecimiento de los Países no alineados y del ideario nacionalista que empieza a perder sustancia con la instalación de un discurso de época que planteaba el Fin de la Historia y de los Estados Nación. La gente se vuelca a este ideario religioso y a estas nuevas organizaciones políticas, que hacen un muy buen trabajo social, que coincide con el desmantelamiento del Estado de Bienestar, no solamente en Israel sino también en los países vecinos, como por ejemplo Siria y Egipto. Muchas de las poblaciones más empobrecidas reciben ayuda, caridad y educación por parte de algunas organizaciones islamistas y ahí abrazan ese ideario. Ahí ganan popularidad partidos como Hezbollah y Hamas. La cuestión de la derechización y el arraigo de discursos más fundamentalistas va sucediendo de manera simultánea en ambos lados, tanto dentro del Estado de Israel como dentro del mundo Palestino. Eso es lo que explica que, cuando se llama a elecciones en 2005 en los territorios bajo control de la Autoridad Nacional Palestina para que elijan sus representantes, en la Franja de Gaza haya ganado Hamas. De manera democrática, tomaron el poder político pero desde entonces no hubo más elecciones ni en Franja de Gaza ni en Cisjordania. En Pakistán y en Afganistán, también proliferan y crecen muchas organizaciones islamistas, como por ejemplo los muyahidines y, después, los talibanes. Ganaron mucha popularidad en los sectores más empobrecidos de estas sociedades, que los movimientos nacionalistas y los grandes frentes internacionales que habían prometido soluciones no las habían dado.

 

¿Es posible que estos sectores radicalizados de ambos lados se retroalimenten y sean funcionales entre sí?

Justamente. Y eso sí está en todos los libros de historia, fue el propio Estado de Israel quien apoyó financieramente a muchos grupos islamistas para socavar el lugar que tenía la OLP dentro del movimiento palestino. Situación parecida a la de Afganistán, cuando Estados Unidos apoyó primero a los muyahidines y distintos grupos islamistas para socavar al gobierno socialista apoyado por la Unión Soviética, que se acentuó durante la ocupación soviética. Después, una vez que Estados Unidos consiguió su objetivo, estos grupos dejaron de responder a sus intereses. Es una historia repetida, la podemos leer en el libro Frankestein. Al comienzo, Hamas y otras organizaciones islamistas fueron bien vistas. Parecía un escenario más plural dentro de la política palestina, que estaba hegemonizada por la OLP y no había otras voces disidentes o alternativas. Sin embargo muy rápidamente, durante la década del 90, fueron reprimidos porque el discurso de Hamas y otras organizaciones islamistas tiene un contenido anti judío muy fuerte.

 

Cuando observamos el escenario actual, con Netanyahu por un lado y Hamas por otro, es cada vez más difícil pensar un acuerdo de paz...

 

Parece cada vez más difícil. Netanyahu estaba en retirada, lo habían sacado del poder después de más de 12 años, se había formado una coalición también de derechas pero que no demostró ser efectiva para solucionar los problemas que demandaba la ciudadanía israelí, y volvió Netanyahu. Rápidamente hubo escándalos de corrupción y, ante el objetivo de reformar cuestiones judiciales para debilitar a la Suprema Corte y tener más poder él -y además recortar derechos civiles-, comenzaron protestas multitudinarias y permanentes en su contra de los ciudadanos israelíes. Todo parecía indicar que su regreso “triunfal” iba a ser un fracaso y se iba a tener que retirar. Por eso el ataque de Hamas del 7 de octubre le vino como un anillo al dedo porque, cuando Israel es atacado, la población se abroquela. A las pocas horas del ataque de Hamas, mediante un comunicado Netanyahu pidió la unidad nacional sin condiciones. Hamas, con este acto terrorista, sorprendió a propios y ajenos. Hamas tomó prisioneros y los llevó a Gaza. Conociendo la historia reciente, ¿acaso pensaban que el ejército israelí iba a titubear si tenía que bombardear un edificio o un hospital? Fue llevar a la guerra a las últimas consecuencias, casi de carácter teológico, como si fuera la guerra final. Los líderes de Hamas sostuvieron que hicieron eso para convocar a la Yihad universal pero no hubo ningún otro grupo islamista que se sumara. Estos dos extremos, Netanyahu y Hamas, se retroalimentan entre sí con proyectos políticos que no representan los intereses de sus propios pueblos.